EspañolCatalà

Cómo se hizo
Para crear un coche eléctrico a mediados de los años 1960 era indispensable plantearse muchas preguntas y vencer dificultades de todo tipo, tanto las estrictamente técnicas (esquemas eléctricos, cálculos sobre la potencia requerida) como otras más simples pero igualmente importantes: dónde obtener las piezas y, en caso de no encontrarlas, cómo construirlas. Se trataba de una iniciativa de la que no existían precedentes en España, o como mínimo no se tenía constancia de proyectos similares que pudiesen servir de ayuda para hacer el Fervelectric. Era necesario, pues, dedicarle muchas horas de estudio teórico así como de fabricación propiamente dicha.

A este objeto, y también para involucrar en el proyecto a los trabajadores de FERVE, a partir de 1966 Juan Ferret Carbonell tomó la decisión de destinar la última hora de la jornada laboral al desarrollo del Fervelectric. Piezas como el volante, el motor e incluso las ruedas se tuvieron que fabricar expresamente, y a menudo no salían bien al primer intento sino que hacían falta muchas probaturas, en lo que se refiere a dimensiones, materiales o ajustes.

Las pruebas por carretera tuvieron lugar entre El Vendrell y Coma-ruga, y sirvieron para ver el comportamiento del vehículo a la hora de salvar pendientes o en condiciones atmosféricas diversas. De acuerdo con los resultados de estos ensayos, se introdujeron los cambios necesarios para dotar al Fervelectric de más energía y otras mejoras para ganar en fiabilidad.